Ratas en la casa
El día de la entrega de llaves,
después de la firma de escrituras,
creí oírlas hurgando,
afuera,
junto a los cubos de basura.
después de la firma de escrituras,
creí oírlas hurgando,
afuera,
junto a los cubos de basura.
Probando a aparcar el coche nuevo,
unas semanas más tarde,
las sentí escarbar
en las tuberías que pasaban
por la plaza de garaje.
unas semanas más tarde,
las sentí escarbar
en las tuberías que pasaban
por la plaza de garaje.
Cuando estaba haciendo la mudanza
las vi dentro,
en la nevera y el lavavajillas
en el horno y la lavadora.
Los estaban royendo.
las vi dentro,
en la nevera y el lavavajillas
en el horno y la lavadora.
Los estaban royendo.
Pero lo peor fue al recibir la primera carta
del banco
-que me pasaba por los créditos e hipotecas
del piso, la plaza y los electrodomésticos
el primer cargo-
y al intentar sacarla del buzón
toqué
una con la mano.
del banco
-que me pasaba por los créditos e hipotecas
del piso, la plaza y los electrodomésticos
el primer cargo-
y al intentar sacarla del buzón
toqué
una con la mano.
Sólo entonces fui consciente de la gravedad del problema.
La casa y las llaves,
el coche nuevo,
la plaza de garaje,
la nevera,
el lavavajillas,
el horno y la lavadora,
también las tuberías
y hasta el buzón
y los cubos de basura
no eran mis propiedades como pensaba.
Eran suyas.
La casa y las llaves,
el coche nuevo,
la plaza de garaje,
la nevera,
el lavavajillas,
el horno y la lavadora,
también las tuberías
y hasta el buzón
y los cubos de basura
no eran mis propiedades como pensaba.
Eran suyas.
Y yo
me encontraba
hurgando, escarbando y royendo
entre sus pertenencias
como una rata.
me encontraba
hurgando, escarbando y royendo
entre sus pertenencias
como una rata.
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