No te advirtió
No te advirtió tu madre.
¡No!,
no te advirtió.
No te advirtió tu madre
del credo en la belleza,
que efímero marchita
y rasga vestiduras
cuando la luz se oculta.
Del maquillaje cómplice,
que miente tus arrugas;
y el mercado de fábulas,
y el mercado de fábulas,
que borra sentimiento
en tus piernas abiertas
en tus piernas abiertas
sobre el cráter de la luna.
No te advirtió la alquimia
de las velas ocultas,
donde llamean satélites
y palabras oscuras.
Ni el visitante loco
que se creó en tu mente,
e incineró el eco de aquella quien sentiste
cuando eras una niña.
e incineró el eco de aquella quien sentiste
cuando eras una niña.
No te advirtió. No, no te advirtió.
Pasaron las caídas,
las lentas y fugaces dentelladas
de las ideologías.
Pasó, todo pasó.
Y el tiempo
se hizo un charco...
de muebles vegetados
en un trozo de asfalto;
de tu frente fruncida
en el espejo herida.
No te advirtió la ida,
dejó que construyeras
la jaula desde donde me miras.
Sitio web:
No hay comentarios:
Publicar un comentario