Bendita adolescencia
Hay veces
en las cuales el mundo
se me viene encima.
Hay veces
que sueño que este mundo
se convierte en ceniza.
Empiezo a correr
sin un rumbo fijo,
lejos de toda creencia ajena,
me subo a lo alto del monte
a contemplar las estrellas.
Donde no pueda escuchar
tantas órdenes sin sentido,
si que las conoces,
yo las llamo órdenes por vicio
que terminan, sin remedio,
en el baúl del olvido.
Hay veces,
cuando todo carece
de sentido.
Hay veces
en las que el cielo
se desvanece con sigilo.
Cortar las ataduras
de esta moral cristiana
que tanto nos joden la mente
con contradicciones y farsas.
Dejar atrás los prejuicios sociales,
habladurías y cotilleos,
lo único que hacen es
acercarnos mas a la línea de fuego.
Despojarme de las ropas
con las que la moda
nos ensucia el cerebro
y sentarme desnudo,
a solas con Migo Mismo
para contemplar el cielo.
Hay veces
en las cuales el mundo
se me viene encima.
Hay veces
que sueño que este mundo
se convierte en ceniza.
Empiezo a correr
sin un rumbo fijo,
lejos de toda creencia ajena,
me subo a lo alto del monte
a contemplar las estrellas.
Donde no pueda escuchar
tantas órdenes sin sentido,
si que las conoces,
yo las llamo órdenes por vicio
que terminan, sin remedio,
en el baúl del olvido.
Hay veces,
cuando todo carece
de sentido.
Hay veces
en las que el cielo
se desvanece con sigilo.
Cortar las ataduras
de esta moral cristiana
que tanto nos joden la mente
con contradicciones y farsas.
Dejar atrás los prejuicios sociales,
habladurías y cotilleos,
lo único que hacen es
acercarnos mas a la línea de fuego.
Despojarme de las ropas
con las que la moda
nos ensucia el cerebro
y sentarme desnudo,
a solas con Migo Mismo
para contemplar el cielo.
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